La Paz, 22 oct (Prensa Latina) Medios periodísticos bolivianos reflejan hoy declaraciones de la embajadora de Israel en Costa Rica, Mijal Gur Aryen, quien la víspera aseguró que «el grupo chii libanés Hizbulá y grupos radicales iraníes» tienen «bases» en Bolivia, Nicaragua y Venezuela.
«Puedo decir que hay también otros países en la región que tienen bases de Irán e Hizbulá, y particular Venezuela y Bolivia», afirmó la diplomática israelí en una conferencia de prensa virtual desde San José con medios nicaragüenses que operan desde el extranjero.
Detalló Gur Aryen que los cuerpos de inteligencia israelíes han ayudado «a muchos países de América Latina a interceptar grupos terroristas», refirió que solo, en el último año, hostigaron a algunos de estos grupos en Brasil, Argentina, Perú, Colombia y México.
Consultada sobre si mantienen cooperación con EE.UU. en América Latina, la representante del sionismo desde la diplomacia confesó que sí, «es muy, muy estrecha…, compartimos información», aunque agregó que «no puedo decir más que eso en los medios».
Una acusación similar sin presentar pruebas expresó en abril del año en curso la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bulrich, quien sostuvo en un reportaje que existe presencia de agentes iraníes a quienes calificó de «terroristas» en Bolivia y el Norte de Chile.
La Cancillería boliviana advirtió entonces que la jefa de la cartera a cargo del sistema de seguridad del Gobierno ultraliberal de Javier Milei estaba equivocada.
Esas afirmaciones de Bulrich coincidieron con una denuncia del Ministerio de Relaciones Exteriores boliviano en el sentido de que Estados Unidos impulsa una guerra híbrida contra el Estado Plurinacional con el objetivo de llevar al poder en este país sudamericano un órgano Ejecutivo servil a sus intereses.
La diplomacia boliviana expresó su rechazo al informe del Departamento de Estado de la potencia del Norte sobre la situación de los derechos humanos en Bolivia, porque es unilateral y «un acto de injerencia e intromisión en la política interna».
Mediante un comunicado, Bolivia denunció que el informe tiene un «uso predominante de fuentes imprecisas, o la ausencia de ellas, compromete la veracidad del contenido y omite considerar una gama más amplia de visiones dentro del espectro social y político del país».
El reporte unilateral del Departamento de Estado sobre Derechos Humanos en 2023, refirió «que en Bolivia no hubo cambios importantes en ese periodo».
Al respecto, el Ministerio de Relaciones Exteriores advirtió que el informe «es un intento de afectar la credibilidad del país distorsionando la realidad boliviana y omitiendo mencionar los avances significativos en materia de derechos humanos en favor de la niñez, adolescencia y adultos mayores que ha realizado el Gobierno (…)».
La acción injerencista tuvo lugar a poco más de un año de las elecciones generales de 2025.
Supuestas violaciones de derechos humanos sirvieron de pretexto a la Casa Blanca para justificar represalias de bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, Venezuela y Nicaragua por actuar con autodeterminación en su política interna y exterior.
Aquel informe del Departamento de Estado salió a la luz en momentos en que información filtrada de la embajada de Estados Unidos en La Paz confirmó un plan orientado a consolidar la ruptura del Movimiento al Socialismo, de cara a los comicios generales de 2025.
Según el Centro de Estudios Geopolíticos Multidisciplinarios (CEGM) se trata de un proyecto encaminado a la recolonización de América Latina, que en lo referente al Estado Plurinacional tiene como objetivo apropiarse de recursos naturales como el litio, el hierro, las tierras raras y los acuíferos.
De acuerdo con el portal digital El Radar, esta iniciativa de guerra híbrida tiene la denominación operativa de Simón Bolívar y fue diseñada para contrarrestar los avances en la región de adversarios de Estados Unidos como Rusia y China a través de los Brics (Brasil, Rusia India, China y Sudáfrica).
Ahora, las declaraciones de la embajadora israelí en Costa Rica coinciden con los planes de sectores de la oposición boliviana, quienes comienzan a estructurar una alianza política y concretar una propuesta programática para los comicios generales de 2025.
Recientemente, la capital de Tarija fue epicentro de un almuerzo para intercambiar criterios sobre la construcción de esta alternativa de la oposición.
«Son acercamientos que se están dando entre líderes y partidos opositores. Seguramente será un proceso que va a tardar un poco más, pero la gente de la oposición tiene claridad respecto a la necesidad de la unidad», sostuvo el secretario ejecutivo del antigubernamental Frente Unidad Nacional, Roberto Moscoso.
Todo este contexto, da la razón al filósofo Rafael Bautista Segales, quien en una entrevista exclusiva concedida a Prensa Latina este 16 de octubre advirtió que la agenda de Estados Unidos contra Bolivia y sus recursos naturales sigue vigente.
Prestigioso referente de la perspectiva descolonizadora y antimperialista, Segales es autor de 18 libros y fue director nacional de Geopolítica del Vivir Bien y Política Exterior de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional e impulsor del prestigioso Taller de la Descolonización y la Comunidad del Pensamiento Amáutico.